Bailar swing con música en vivo: tips para músicos, organizadores y bailarines
Los bailes swing en Chile reaparecieron recientemente después de mucho tiempo dormidos. En nuestra joven escena swing muchos músicos no están familiarizados con este nuevo público de bailarines, con sus necesidades o expectativas, los organizadores no siempre son capaces de comunicárselas de manera clara a los músicos, y los bailarines no siempre comprende la importancia del músico en nuestra escena. Este artículo (resultado de innumerables conversaciones con muchos músicos y bailarines) pretende aportar entendernos mejor.
1. Tips para músicos
Si tienes una banda, has sido contactado para tocar en un evento de baile swing, y quieres conocer un poco acerca de la naturaleza de este peculiar público, los siguientes puntos podrían ayudarte. Con este artículo no pretendemos entrometernos en tus decisiones artísticas ni coartar tus libertades creativas, sino más bien, de manera respetuosa y fraternal, ilustrar una serie de puntos que los bailarines te agradeceríamos muchísimo tomar en cuenta.
– Un público muy peculiar. Los bailarines amamos y disfrutamos la música, pero la apreciamos con todo el cuerpo, y de manera muy distinta a como lo hace un público que escucha sentado. Y en calidad de bailarines hay ciertos aspectos muy específicos que nos parecen muy importantes –aspectos que a otro tipo de público le parecerán de lo más irrelevante.
– Duración de las canciones: mayoritariamente, no más de 3 minutos. Para nosotros es ideal que la mayoría de las canciones duren alrededor de 3 minutos, y no mucho más. Uno baila con la misma persona desde que comienza la canción hasta que termina, de modo que si la banda toca muchas canciones largas en la noche, de 5-7 minutos, esto puede resultar incómodo o intimidante.
– Estilos o géneros: swing. Algunas bandas de jazz, en una sola noche, e incluso en una misma salida, pueden pasar por estilos muy diversos, ofreciendo canciones en clave swing, bebop, bossa, latin, fusion, cool, hard bop algo funky, etc. Para una audiencia genérica que escucha desde el asiento la variedad es algo valorable. En contraste, hay una sola cosa que los bailarines de swing esperamos y deseamos con ansias: una canción “swing” tras otra, toda la noche.[1]
– Tempo: bien variado, pero harto tempo medio. Algunos músicos no suelen darle demasiada importancia al bpm (o valor de la negra) preciso en que están tocando una canción. En contraste, los músicos con más experiencia en bailarines de swing a veces están con el metrónomo en el escenario, porque para los bailarines este aspecto es muy importante. Como referencia, decimos que entre 80 y 110 bpms es un tempo lentísimo, de 110 a 130 bpms es un tempo lento; entre 130 y 160 bpms es un tempo medio; entre 160 y 200 es un tempo rápido; y desde los 200 hasta los 260 bpms es un tempo rapidísimo. El tempo de una canción afecta profundamente el modo en que bailamos y el estilo con que lo hacemos (con un tempo lentísimo bailaremos Blues o Slow Swing, con un tempo rapidísimo podemos bailar Fast Lindy, o Shag o Balboa). Y a los bailarines nos gusta la variedad: es perfecto si en una noche podemos bailar canciones de diferentes tempos, desde lentísimas hasta rapidísimas, pero esperamos que el grueso de las canciones orbiten en torno al tempo medio.
– Repertorio swing. Si bien es posible swingear prácticamente cualquier melodía o canción, lo mejor para los bailarines de swing es que el repertorio consista mayoritariamente en standards del periodo swing (canciones populares en las Big Bands y pequeños grupos de los años 30s). Canciones como “Salt Peanuts” u “Ornithology” son grandes obras maestras del jazz, y nos encanta escucharlas sentados en el Thelonious o cualquier Club de Jazz… pero cuando vamos con la intención de bailar swing no esperamos encontrarnos este tipo de canciones, ni nos resultarán tan maravillosamente placenteras como “Moten Swing”, “C Jam Blues”, “Jumpin’ at the Woodside” o ” It Don’t Mean a Thing” , por poner los primeros ejemplos que se vienen a la cabeza. Sobre canciones del Pop moderno o contemporáneo ejecutadas en versión swing, el asunto es polémico: son del gusto de algunos y disgusto de muchos. Pero lo que nunca fallará y sin duda dejará a todos felices es prácticamente cualquier arreglo swing de alguna canción de Cole Porter o de Tin Pan Alley. Aquí tienes unas playlist de ejemplo.
– Arreglos sencillos basados en riffs. “Arreglos bonitos, solos cortos”, bajo ese lema se presentaba una de las bandas “más molonas” de la escena de bailes swing en España. Ciertamente esto puede ser una caricatura grosera del gusto musical de los bailarines, pero hay que recordar que el jazz de los años 30 (el swing) al que estamos acostumbrados y que nos gusta se desarrolló esencialmente como música para bailar. Y como bailarines, percibimos que en las canciones de este periodo hay un balance muy agradable entre el arreglo y la improvisación, y valoramos mucho que en una canción se vayan alternando de manera más o menos equitativa la utilización de riffs, llamados y respuestas y acentos repetitivos, con momentos de improvisación y mayor libertad. La presencia de solos improvisados resulta refrescante y desafiante, y la presencia de estructuras repetitivas nos permite a los bailarines improvisar y jugar con la música de manera más asertiva.
– Solos de contrabajo y batería: con moderación. Aunque en el mundo del jazz los solos de contrabajo y batería tienen un espacio muy consolidado (algunos grupos los utilizan en todas o la mayoría de sus temas), lo cierto es que una dosis excesiva de ellos puede complicarnos como bailarines. Un solo de contrabajo y/o de batería de vez en cuando resulta perfecto, entretenido y estimulante… pero muchos de estos solos en una misma noche puede resultar algo difícil y aburrido.
– Algunos referentes: nuestros héroes musicales. No es que estemos esperando “imitaciones”… pero esto podría dar una idea más certera del estilo que nos resulta idóneo para bailar. En batería preferimos más a los Jo Jones que a los Kenny Clarke con sus “bombas” de estilo post bop. En el contrabajo (preferido infinitamente ante un bajo eléctrico) adoramos una buena walking bass al estilo de Walte Page. A Charlie Parker lo disfrutamos desde nuestros asientos, pero en la pista de baile nuestros héroes en el saxo son tipos como Coleman Hawkins, Lester Young o Ben Webster (aunque hay unas grabaciones de Bird con Slm Galliard que igual nos hacen mover las patitas). A Dizzy le tenemos cariño (tiene algunos temas muy bailables), pero nos quedamos con Roy Eldridge. Y en piano nos gusta un Teddy Wilson, y adoramos máximamente a un Count Bassie.
2. Tips para organizadores
Si deseas organizar un evento para bailarines de swing con música en vivo, hay una serie de puntos que sería recomendable considerar:
– Música apropiada para bailar swing. El organizador debe tener claro qué estilos de música resultan apropiados para bailar swing (e.g. Swing, Jazz Manuche, New Orleans o Dixiland, Rythm’ Blues) y qué estilos no (e.g. Bebop, Jazz Fusion, Bossa).
– Información para los músicos. El organizador del evento debe asegurarse de que los músicos estén en conocimiento de ciertos aspectos muy relevantes para los bailarines: duración de las canciones, rango y variedad de tempos, estilos y repertorio preferido, etc.
– Información para los bailarines. En la promoción del evento idealmente debiese haber información de la banda y estilo de música que habrá. En nuestra comunidad existen sub-nichos con intereses y gustos particulares, y con esta información sobre la música los Balboeros podrán organizarse en masa para ir cuando toca una banda de Jazz Manuche, o los fanáticos del Boogie cuando haya una banda de Jump Blues/Rock’nRoll, etc.
– Información para el DJ. En todo evento de baile swing es importante contar con un DJ (vs. una playlist corriendo en modo aleatorio), y es importante hacer saber al DJ el estilo de la banda que habrá (por ejemplo, para no poner mucha música New Orleans antes de la banda, si la banda de la fiesta toca ese estilo, y así poder darle variedad a la noche), además de hacerle llegar el repertorio de la banda para que las canciones que ponga no sean las mismas canciones que tocará la banda.
3. Guía para bailarines de swing bailando música en vivo
Cuando tenemos el PRIVILEGIO de bailar swing con música en vivo, hay una serie de puntos que deberíamos considerar.
– Aplaude. Siempre. Y si disfrutaste mucho el baile y la canción, hazlo notar aplaudiendo efusivamente.
– Respeta. Si entre medio de la canción algún miembro de la banda habla (cuenta una historia, explica algo, dice qué canción tocó o tocará la banda…), pon atención, y como mínimo, guarda silencio.
– Agradece. Si te gustó la banda, y sus miembros andan por allí, acércate y agradéceles. (Ten en cuenta que los músicos suelen tocar para gente que escucha sentada y atentamente y aplaude en cada solo; los bailarines no podemos hacer esto porque estamos bailando… pero si te gustó un solo, puedes ir y decírselo al solista luego del show).
– Integra. Cuando se forme una jam circle, preocupémonos de no dejar a la banda fuera del círculo (que nadie le dé la espalda a la banda). Ellos son tan importante para el círculo como nosotros.
– Aporta conscientemente. Si la banda toca “a la gorra” (por aporte voluntario), sé generoso en la medida de tus posibilidades. Esto es muy variable de persona a persona… pero es feo soltar solo una luca para la banda pudiendo luego gastar 5 lucas en chelas y comida, ¿no?. Y si la banda toca en un bar y la entrada está barata (o liberada), apoya la iniciativa consumiendo en el bar: si el bar no gana, el evento no será sostenible en el tiempo y todos perdemos.
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Otros Artículos
Aquí dejo enlazados algunos artículos que consulté para escribir este post.
- Bobby White, “A quick note on training bands to play for dancers”
- Laura Windley, “So you want to play for swing dancers?“
- Dan Newsome, “A guide for bands looking to play for dancers”
- P. Renzland, “Swing & Jazz Dance Music: Guidelines for musicians and DJ’s”
- Andrew Selzer, “Enjoying Live Music: A Guide for Swing Dancers”
[1] Por canción “canción swing” nos referimos al sonido típico de las Big Bands de los años 30, así como a los pequeños grupos o “samll combos” del estilo Benny Goodman Trio… pero dando cabida también a un amplio abanico de estilos posibles. Aquí hay un artículo y playslist de los diferentes estilos de música apropiada para bailar swing, que incluyen desde el jazz tradicional de New Orleans de los años 20s hasta el Rythm & Blues y Soul Jazz de los 50s y 60s.
2 Comentarios. Leave new
Saludos, soy el autor del artículo “Enjoying Live Music: A Guide for Swing Dancers”. Quería agradecerles por compartirlo! Si quisieran incluir mi verdadero nombre es Andrew Selzer.
Perfecto Andrew! Ya lo incluímos! Un abrazo!!!